Si me preguntas que quiero hacer de mayor la respuesta sería fácil. Quiero hacer cosas nuevas, experimentar.
Quiero hacer locuras, descubrir sensaciones. Hacer puenting, el interrail, un viaje por todo el mundo. Quiero hacer proyectos de vida y deshacerlos. Quiero hacer una fiesta, una GRAN fiesta. Quiero enamorarme y hacer lo que eso significa, hacer amigos, un álbum de fotos donde poner todas las cosas que haga. Me gustaría hacer una carrera universitaria, pero no una cualquiera si no "mí" carrera, la que más me guste. Quiero hacer el diseño de mi casa, de mi vida. Quiero hacer algo con la gente joven, hacer una familia, hacer cosas por los demás (sobre todo en países subdesarrollados). Quiero hacer deporte, aprender a hacer comidas exóticas, hacer (o bueno, más bien aprender) manualidades. Quiero hacer un casting, hacer todo lo que me apetezca. Quiero hacer de mi vida una vida para recordar.
En cambio, si me pongo a pensar en que quiero ser de mayor, me daría cuenta que se mas lo que no quiero que lo que sí.
Quiero ser profesora, psicóloga, dueña de una empresa, publicista, periodista, escritora, niñera, trabajadora.
Pero si cuando nos preguntan que queremos ser de mayor, sólo nos limitamos a pensar en la profesión, no hemos entendido el sentido de la vida.
Yo lo que quiero ser es feliz, ser madre, tía, abuela e incluso llegar a ser bisabuela. Quiero ser amada, ser especial para alguien. Quiero ser un ejemplo a seguir, buena amiga, estudiante, libre. Quiero ser alguien, ser colaboradora, scout. Quiero ser como mis padres, ser un niño de nuevo. Quiero ser optimista, revolucionaria, ágil, fuerte, personal, original, ...
Y sobre todo, quiero ser recordada por lo que fui.
